Efectivamente, parte del secreto de que tu negocio comience a funcionar o siga creciendo está en tu mano, y concretamente en un gesto muy sencillo: en un click, el que te debe llevar a tu web corporativa.
Y no son exageraciones… párate un momento y piensa, ¿quién pondría la puerta de su negocio frente a un muro? Pues hoy por hoy esa es la traducción de que tu empresa no tenga presencia en Internet: un muro que tapa tu escaparate, una barrera que evita que la gente llegue hasta ti, que te quita visibilidad. Si tu negocio tiene tienda o espacio físico, seguro que invertiste bastante tiempo en decidir en qué zona ponerlo, qué local estaba más cerca de tu público objetivo o cuál reunía las condiciones de espacio más idóneas, destinando para ello una importante parte de tu presupuesto. Si estás convencido de un modelo de negocio tradicional, hasta aquí, perfecto, pero ahora toca dar un paso más y te cuento por qué.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que Internet y las redes, están hoy por hoy totalmente presentes en nuestra sociedad a todos los niveles y edades. Dedica un momento a pensar cuántas veces “googleleas” en tu teléfono en busca de una floristería, una peluquería, un mecánico, un cerrajero o un antenista, por poner un ejemplo. De hecho, si buscamos un negocio o profesional y no tiene página web nos genera incluso desconfianza, y en muchas ocasiones terminamos llamando al que sí tenía su contacto online. Antes pasaba algo parecido con las Páginas Amarillas, pero los tiempos han cambiado… ¡y mucho!
Según el informe “We Are Social 2017”, el 50 % de la población mundial (más de 3.750 millones de personas) utiliza internet, esto supone objetivamente miles de potenciales clientes que están a un solo click de conocerte, ampliando tu radio de acción más allá de tu barrio o tu ciudad. Si queremos que nuestros negocios prosperen, debemos tener amplitud de miras y buscar la máxima difusión; realmente nunca sabes quién puede estar interesado al otro lado de la pantalla… y tampoco sabes cuándo te necesitarán.
Ten en cuenta que una página web hace que tu negocio esté operativo las 24 horas del día, los 365 días del año. Con una tienda on line tus productos se venden sin necesidad de que tú estés ahí permanentemente; además tienes un escaparate constante de tus productos o servicios y dejas siempre un hilo de comunicación disponible al que contestar lo antes posible, afianzando clientes y dando un importante impulso a tus ventas. De hecho, según datos la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en 2016 el comercio electrónico en nuestro país aumentó un 21 %. Lo bueno es que, si queremos mantener nuestro negocio al estilo tradicional, esta opción es 100 % compatible y te costará mucho menos de lo que imaginas. Y es que, además de que la publicidad on line es objetivamente más económica, opciones como Google Adsense pueden hacerte ganar un dinerillo extra sin hacer absolutamente nada.
Aunque hablaremos de ello en otra ocasión, simplemente te diremos que mediante esta opción, cedes espacio para publicidad de otros anunciantes que pagan por salir en tu web.
Pero no tienes por qué tener una tienda o un negocio para beneficiarte de las ventajas de un sitio web, cada vez más profesionales tienen en Internet el escaparate de sus trabajos o su portfolio, siendo éste su mejor carta de presentación. En Arquitectura o Fotografía su uso es prácticamente imprescindible, pero cada vez son más los sectores (Abogacía, Periodismo…) en lo que contar con una web personal proporciona una excelente imagen y prestigio adicional.
Ahora bien, no descuides tu marca en internet. Como te hemos contado, hoy en día tener una web profesional y con diseño a tu medida puede salirte bastante económico, pero no caigas en la tentación de crear una página “caserilla” o que te ha hecho “un amigo que sabe algo de esto”, porque lo que está en juego es tu imagen y reputación. Tu web habla de ti, de tu estilo, tu trabajo y tu profesionalidad, por eso debes valorar las mejores opciones para desarrollarla. ¿No crees que merece la pena?